Seleccionar página

La universidad en un inicio (Edad del Renacimiento) se crea para el servicio de todos, como institución libre. Realizaba estudios y avances de la utilidad de todos, y los estudiantes, al ser la Universidad el principal motor del conocimiento y la técnica aplicada se convertían en los más preparados de la sociedad.

A día de hoy, las grande empresas saben de la importancia del conocimiento y ya no se limitan a depender de las universidades para que les proporcionen avances en conocimiento y técnica por lo tanto invierten gran parte de sus recursos en ese proceso. A raíz de esta situación la Universidad ya no es el único punto de génesis de los avances en las diferentes materias científicas y humanísticas.

Esta situación está desembocando en una desadaptación de la institución universitaria que hace que los estudiantes no salgan realmente preparados para las exigencias vigentes del mundo laboral.

La Universidad por su carácter libre y universal nunca debe estar al servicio de empresas de ámbito privado o de las grande corporaciones que dictan tales exigencias pero todos estos factores apuntan a una privatización cada vez mayor de la educación.

Realmente lo que está sucediendo es que cada vez hay más titulados, pero siguen estando disponibles los mismos puestos y de los nuevos que se van creando (sobre todo relacionados con las nuevas tecnologías) están completamente ligados a los avances que tales empresas de nueva generación generan, asique en vez de enseñar y preparar de verdad a los estudiantes se empeora la calidad de las carreras universitarias infantilizando la política de la Universidad, total, si los jóvenes cada día tardan más en madurar, no se van a quejar, y todo esto para que después tengan que especializarse en un máster, del que obviamente se aprovecha para obtener beneficios, y para que la universidad no se queje y tintarlo de oficialidad se contrata a catedráticos para que impartan los nuevos másteres establecidos y así sumas partes salgan ganando. Lo que es públicamente conocido como PLAN BOLONIA.

Y la verdad es que en base a mi experiencia, salvo algunos profesores que me parecieron excelentes, casi la mitad a lo único que se limitaban era a leer diapositivas (de vergüenza) y a corregir examenes, y si me hubiesen pasado un taco de manuales y me los hubiese leído en casa pues el resultado a nivel práctico y a nivel profesional hubiese sido similar.

Esto hace que que realmente accedan a los puestos no los que más valen (que si, los mejores estudiantes se les beca, pero no todos tienen esa capacidad intelectual o de hábito), sino los que pasan por el aro, o en los casos más tristes aquellos que puedan permitirse un máster, con lo cuál se está creando una desigualdad de oportunidades.

SOLUCIONES

El cambio de paradigma social, laboral y de investigación es obvio y las instituciones educativas deben aceptarlo y adaptarse a él, sin perder su carácter libre y universal.

¿Por qué no se propone una nueva forma de que los jóvenes salgan preparados al mundo laboral? Se está privatizando a paso acelerado la educación, y cuando la educación se privatiza se mueve por el interés de unos pocos, e incluso se acaba desvirtuando la verdad. ¿Por qué no se añaden uno o dos años más de asignaturas optativas para que el estudiante elija su especialidad y salga realmente preparado, tal y como estaba establecido antes del plan Bolonia? Aparte deberían transformarse los pilares básicos del sistema educativo, tales como cambiar la educación asimétrica (profesor en la palestra y alumnos espectadores) por un aprendizaje más colaborativo y constructivo, la evaluación a través de tests o preguntas o respuestas que lo único que valoran es la memoria del estudiante y no su verdadera desenvoltura y manejo de la información aplicada, y otra serie de aspectos a tomar en seria consideración.

Es muy sútil, pero esta es la forma que tienen los conglomerados y el ámbito privado de controlarnos y mantenernos bajo su yugo. Si le damos un poco de visibilidad entre todos podemos ejercer presión para que esto no siga sucediendo.

×